MANZANILLA ROMANA
La familia de las compuestas nos proveen valiosísimos aceites esenciales tales como el que se extrae de la siempreviva, la manzanilla alemana, el tanaceto, la milenrama, la olivardilla y por supuesto la manzanilla romana. Las virtudes de esta planta son conocidas desde hace mucho tiempo, los egipcios dedicaban la flor al dios Ra, dios del sol, la usaban para combatir la fiebre.
Su aroma nos es muy familiar. ¿Quién no ha disfrutado alguna vez de los beneficios digestivos y calmantes de una infusión de manzanilla?
Su aceite esencial es un auténtico tesoro para el sistema nervioso, el sistema digestivo y la piel. Indispensable a pesar de su coste algo elevado.
En el lenguaje de las flores la manzanilla es “la paciencia frente a la adversidad”.
Propiedades terapéuticas:
Pre-Anestesiante.
Calmante del sistema nervioso central, relajante, ansiolítico.
Anti-inflamatorio.
Antiparasitario.
Indicaciones terapéuticas:
De grandes propiedades para aliviar los trastornos digestivos, como toda manzanilla, también es un fabuloso anti-inflamatorio y antiséptico. En su forma de aceite esencial es un agradable sedante. Su uso en cosmética la incluye en cremas y champús, así como para enrubiar el cabello. Es buena para pieles irritadas y sensibles, combate la caspa y los problemas seborreicos.
Precauciones de uso:
Ninguna
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